El 19 de septiembre de 1985

Yo tenía 11 años, en ese entonces iba en primero de secundaria, el séptimo grado. Recuerdo muy bien esa mañana, era jueves y estaba anudando las ”agujetas de mis tenis”, ese día tendría que ir a natación. Mientras trataba de pasar la cinta por un orificio del zapato sentí como  alguien me daba un empujón, me dí la vuelta y grité.. pero no había nadie. Era un terremoto de 8.1 grados en la escala de richter.

Eran las 7.19 horas de la mañana del 19 de septiembre de 1985, el departamento en donde vivía con mi familia en un segundo piso se movía de un lado al otro, nunca antes había temblado tan fuerte y por tanto tiempo:  1.19 segundos que fueron una verdadera eternidad, ”Ya por favor, ya, que ya pare” era lo que repetía mi madre una y otra vez.

Ese día muchas personas ya no regresaron a sus trabajos, ni tampoco muchos jóvenes y niños a sus colegios. Hasta la fecha se desconoce a ciencia cierta el número exacto de personas que fallecieron.  La televisión dejó de transmitir, la radio se calló y por muchas horas no supimos de la macromagnitud de este desastre.

Aún hoy, más de treinta años después, recuerdo el miedo de esa noche del 19 de septiembre, recuerdo cómo me despertaban las sirenas de las ambulancias y que el mismo miedo me hacía estremecerme y hacía creerme que estaba temblando, me desperté muchas veces. El temor de ser enterrados vivos en los escombros hizo que dejáramos nuestros zapatos listos al pie de la cama, listos para poder salir corriendo si empezaba a temblar.

Muchas familias durmieron en las calles por varios días, por miedo y otras por necesidad, porque lo habían perdido todo.

Después de la tragedia, México recibió ayuda de todo el mundo, recuerdo que me conmovía como mostraban que llegaban aviones llenos de víveres o casas de campaña.

No hubieron clases en las escuelas por dos semanas. Pero creo que las cosas que aprendí esas dos semanas, nunca me las hubieran podido haber enseñado en la escuela. Aprendí la importancia de ayudar a los demás, aprendí el significado de la solidaridad. También aprendí  que en medio de la tragedia, también puede existir la esperanza cuando pude ver cómo rescataban con vida después de 4- 5 días a bebés recién nacidos de los escombros de un hospital.

Las cifras que se manejan son las siguientes.

Mas de 10000 muertos, 5500 desparecidos, 50000 heridos, 250 000 damnificados, 770 edificios colapsados,  6000 edificios dañados, 137 escuelas afectadas, 11 hospitales, 97 cines y teatros afectados.

 

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