Eran las ocho de la mañana de un jueves, un 11 de octubre de 1990, todos estábamos muy preocupados en leer las páginas que nos faltaban de la novela ”El otoño de patriarca” yo estaba entreleyendo y entrepensando si alguna vez le habían explicado al señor Gabriel García Márquez que las comas suelen solamente separar frases, que cuando queremos separar oraciones o ideas diferentes, lo más apropiado son los puntos y que ya me estaban hartando sus narraciones circulares y que a ver cuándo le daba al patriarca por morirse. En fin, algo interrumpió mi lectura esa mañana.
¡GANÓ ! ¡GANÓ! La pequeña maestra de literatura (era en realiad pequeña de tamaño pero muy grande de ideas) entró como una ráfaga al salón de clases, agitaba la primera plana del periódico Excelesior. Creo que se me quedará grabada su amplia sonrisa de oreja a oreja para siempre. ”Jóvenes Octavio Paz ganó el premio Nobel de literatura, él estudió en el Colegio Williams, como ustedes”.
Nadie entendía nada, después de un rato, y ya en sus letrados cabales, la profesora tuvo a bien informarnos de la relevancia del premio, un premio que lo entrega la academia sueca de la lengua.. ¿De qué? ¿Dónde?
Yo tenía 16 años y ya había leído por instrucciones de la maestra de historia ”El laberinto de la soledad”. Por cierto , es un ensayo que me hizo enorjarme conmigo misma, en aquél entonces y, en mis pubertas circunstancias, me costaba trabajo entender la grandeza literaria de ese gran hombre.
¿Quién se iba a imaginar ese 11 de octubre de 1990 que yo 26 años después tendría hasta la nacionalidad sueca y habría caminado ya por los pasillos y estancias del ayuntamiento de Estocolmo, el lugar de la famosa cena del premio nobel?
Pero así es la vida, y también lo mexicano, decía Paz:
”Lo mexicano no es una inalterable esencia, una estática y pareja suma de reacciones, sino una cambiante como la propia vida, voluntad y comprensión humanos frente a hechos objetivos e irremediablemente concretos, específicos y nacionales”
Hechos tan concretos, específicos y nacionales como una fecha: un 11 de octubre de 1990.
adriana sturesson 